jueves, 12 de marzo de 2009



COMENTARIO DE ARTE

LAMENTACIÓN POR CRISTO MUERTO

La obra del autor italiano Giotto di Bondone “Lamentación por Cristo muerto” es una pintura al fresco realizada entre 1304 y 1307 que se encuentra en la Capilla Scrovegni, Museo de Padua, Italia.

Las medidas del fresco son de 200 x 185 cm representando una escena religiosa: “la deposición de Cristo muerto”, cuyo tema nos muestra el cuerpo inerte del Salvador recibido por María, que lo abraza amorosamente, en su parte inferior. La acompañan tres mujeres, conocidas como las tres Marías (María de Salomé, María de Cleofás y María Magdalena). Esta última aparece besándole los pies y todas se distinguen del resto de las mujeres por las aureolas doradas que llevan en sus cabezas.

El resto de las figuras santas, que también llevan la aureola, son: San Juan, el discípulo amado, que se abalanza sobre él y le coge la mano, San José de Arimatea y Nicodemo, que contemplan la escena conteniendo su emoción.

En la escena también aparece un montículo en pendiente y en su cúspide, un árbol seco que simboliza el luto de la naturaleza por la muerte de Cristo.

En la parte superior de la pintura, entresaliendo de un cielo azul intenso, se ve una decena de ángeles que lloran y acompañan a los otros personajes.

Las características de la obra son: el sentimentalismo que reflejan sus figuras, con expresiones apesadumbradas, intensidad expresiva y sentido dramático, formas naturales, vuelve la espalda a la solemnidad, al hieratismo y convencionalismo del estilo bizantino; incorpora la naturaleza y el sentir del alma humana al arte.

En cuanto a sus elementos formales destacan: los volúmenes que aparecen repartidos en un equilibrio cuidado; el paisaje se muestra como un fondo arquitectónico sin perspectiva en profundidad; el cromatismo con su azul intenso sirve para potenciar lo dramático del tema y el brillante colorido lo toma del arte bizantino y la escuela florentina. Así los grandes efectos de luz y color hacen grandiosa la escena.

El estilo de Giotto abre paso al Renacimiento italiano con la naturaleza y reflejo realista de los personajes. En él conviven la tradición romana y la aportación gótica anunciando ya las grandiosas figuras del Renacimiento.

Aprendió mucho sobre los modelos del mundo clásico que luego aplicó en sus creaciones y que influyeron en sus coetáneos como el pintor Lorenzetti y otros pintores catalanes y en sus obras influyeron autores contemporáneos como Nicola Pisano y Arnolfo di Cambio.

En definitiva, su obra fue más allá de la mera recreación de temas religiosos, pues supo dotarla de una apariencia terrenal y una fuerza vital que le hicieron influir en el


Renacimiento italiano. Todas estas características hacen de Giotto el iniciador de una nueva pintura y ser considerado como el “artista supremo”.